Poemario 2020

Tierra


Soy de mi tierra por derecho y convicción.

Mande quién mande, 

aunque el que no mande, sea yo.


María Clara Del Pino Algaba


El Diablo llegó vestido de silencio y adiós. 

Llegó para recordar por qué lloran los ángeles.

En su visita le miré a los ojos y en el desafío quiso humillarme. 

Sólo vio a un ser insignificante.

Crecí hasta alcanzar su altura. 

Le vi marchar sin dar batalla, ni muerte. 

Detrás de mí un ejército de gigantes agitando sus blancas alas. 

Recordándole que cuidar al ser humano es un don de Dios.


María Clara Del Pino Algaba

Que a mis hijos les vaya bien en los años que estén en mi regazo.

Que miren al cielo y vean caer la suave lluvia sobre sus campos,

El sol calentando el barro de sus cacharros.

Que a mis hijos les vaya bien en los caminos,

que nadie asalte su esfuerzo y su trabajo. 

Que no se atrevan a apresarlos, humillarlos y convertirlos en esclavos.

Que a mis hijos les vaya bien 

delante de buenos platos, de risas y cantos.

que sean padres de  sabios.

Que a mis hijos les vaya bien,

que no tengan miedo a las tormentas y jamás crucen los brazos.

Guardando afiladas las espadas, ejercitando la fuerza del soldado.

La sabiduría del gurú, el equilibrio de un corazón fuerte y sano.

Que a mis hijos les vaya bien

en paz con sus hermanos,

sin morder el polvo de lo injusto,

elevando el brazo de la victoria.

Que a mis hijos les vaya bien.

Porque yo guardo su memoria.

Yo os paro, yo os entierro.

Yo soy vuestra madre tierra.


María Clara Del Pino Algaba

He sido yerba fresca en primavera. 

Rastrojo que se quema. 

Silencio que calma, gritos que ensordecen. 

Sol que calienta y frío que mata. 

Todo he sido sin que tú supieras nada. 

He sido madre abnegada, niña atolondrada. 

Loca de atar, cuerda cabal. 

Aire de vida, viento de muerte. 

Pero no supe respirar sin tu mirada. 

Estuve en el cielo, bajé a los infiernos. 

Conduje mi camino por un tiempo y le presté mis pasos a cualquiera. 

Visité la gloria, comí derrota. 

Siempre estuve en otro lugar. 

Fui todo y  fui nada. 

Inútiles esfuerzos, estériles mañanas, sin conseguir que tú, sólo tú, me amaras.

María Clara Del Pino Algaba

Qué tiene esta noche que me inquieta el alma, 

que al cerrar los ojos me inunda el miedo y,

me abruma la oscuridad. 


Qué tiene, mi amor, 

que al no sentir tu latido junto al mío 

me muero de frío y prefiero la muerte  y el olvido.


Qué tiene esta noche que me inunda el miedo a perderte, 

a disiparme en la locura y sin cordura saltar al vacío.


Qué tiene, ¿qué tiene…? pues me une a ti como unida estoy a mis huesos.


No sé qué tiene, cariño mío, 

hay algo tan insondable, profundo e inquietante, 

que quiero salir huyendo de mí convertida en aire.


María Clara Del Pino Algaba




El pasado 12 de abril subí a la página de faceboock este bello dibujo hecho por mi amiga Paloma Mira para el poema "El Sol y el Señor Caracol" del poemario. 


En el montaje el poema cobra vida en la voz de mi amiga Elyre Ros. Es un gusto oírla.


Gracias a las dos por vuestro apoyo.

María Clara Del Pino Algaba





Subo, hoy día 29 de marzo de 2020, mi gratitud a todos nuestros mayores con el poema TÚ.


Todos sois importantísimos en nuestras vida. Los mayores de nuestra familia por su labor con nosotros como padres, abuelos, consejeros...etc.


Los mayores de otras familias ajenas a las nuestras porque son importantes para sus queres queridos por las mismas razones.


Todos porque son nuestro sosten, nuestra base en esta sociedad porque de ellos venimos.


María Clara  Del Pino Algaba




Cuando quieras conocer mi llanto


Acércate a mi risa.


En su travieso tintineo escucharás el caer de las lágrimas en el tiempo.


María Clara Del Pino Algaba


                                     La gota



Nací gota de agua y al abrir los ojos en una nube me vi. 

Rodeada de millones de iguales en el minúsculo espacio, decidí ser una increíble gota que destacara entre las allí afincadas. 


En eso estaba cuando caí a un charco estancado en la montaña. 

Sucia, pegajosa y oscurecida por el barro comí humillación. 

Decidí ser la mejor gota de aquel charco. 


De repente, un torbellino me hizo descender inconsciente por un cauce y me pegué muy fuerte a otras gotas que, como yo, caían asustadas. 

En un acto de valentía decidí tomar las riendas de mi destino y ser la mejor gota de aquel loco río. 


Me puse a la cabeza y guiaba cuando sin darme cuenta llegué a un mundo salado con miles de gotas a mi lado. 

Me reí, pues qué podía hacer yo en aquel inmenso océano si no era ser la mejor gota del mar. 


Por soberbia quedé atrapada, elevada a las alturas sin que nadie escuchara que yo iba a ser la más grande de las gotas. 


Abrí los ojos y de nuevo en una nube me vi. Rodeada de recién nacidas. 

Observé que todas querían ser la más grande de las gotas y entonces por primera vez decidí ser, sin más, una buena gota de agua.


María Clara Del Pino Algaba


Sonríe a la adversidad. 

Atrapa a la esperanza con manos firmes, con manos blandas. 

Ilumina. 

Se la luz en tu espacio, la claridad que destapa la mancha. 

Luce. 

Vístete con la blusa del entusiasmo , con tus pantalones de virtud y tus zapatos de coraje.


Vive los segundos con la pasión de los enamorados, la sencillez del niño, los ojos recién estrenados y la sabiduría de quienes tropezaron. 


Ilusiona a tus alas para que se agiten y sean robustas.

Fuertes en el vuelo. 

Calientes en el frío raso del invierno. 


Ama la vida en primera persona.


María Clara Del Pino Algaba


Giro y miro

lo que miro cuando giro. 


¿Qué es lo que girando estoy mirando? 


Pues al mirar y girar

en cada giro me convierto en lo que miro.


María Clara Del Pino Algaba




Me declaro: 


Huérfana de sociedades y fronteras. De vallas y alambradas que mutilen la esperanza. De la avara pobreza y la riqueza sin alma. 


Soltera de amores sin amor, de golpes al corazón, de romances imposibles, de lazos y cadenas.


Viuda del pasado, de la compañía en soledad. De la publicada pena, de las despedidas forzosas. De no amar en vida lo que amé muerta. 


Y así : huérfana, soltera y viuda... 


Me declaro recien nacida para creer, vivir y amarme a mi manera.


María Clara Del Pino Algaba


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